Los minoritarios de Pescanova rechazan la ampliación de capital y exigen que salga a Bolsa
Parece que el culebrón de Pescanova podría dar un importante golpe de timón en tan sólo un mes. Según ha podido saber OKDIARIO, en conversación con Alejandro Fernández Pita, el portavoz de los 9.000 accionistas minoritarios que representan el 20% del capital de la compañía, Pescanova no necesita una nueva ampliación de capital, que se ha cifrado en algunos medios de entre 300 y 500 millones de euros.
A su juicio, la empresa tiene las cuentas saneadas, debe salir a cotizar antes de las elecciones gallegas (25 de septiembre) y después, si quiere la mayoría, que se amplíe capital. Esta parece que es la intención que ha compartido la CNMV con los minoritarios. De otra forma, se conseguiría diluir todavía más la participación en el capital de los pequeños accionistas para que los gestores obtengan todavía mayores beneficios.
«No es necesaria una ampliación de capital de entre 300 y 500 millones de euros, tal y como se ha desvelado en algunos medios de comunicación. Las cuentas de la compañía están saneadas, ya se han presentado todos los requerimientos que la CNMV ha exigido y lo único que resta es que salga a mercado, y así el que quiera vender que pueda hacerlo, el que quiera comprar también y si el nuevo Consejo quiere ampliar capital, lo haga sin penalizar al 20% de los accionistas minoritarios que ya hemos tenido que sufrir quitas del 80% y tener nuestra inversión congelada cuatro años», ha declarado Fernández Pita a OKDIARIO.
A pesar de lo mucho que ha sufrido la empresa propietaria del Capitán Pescanova, su modelo de negocio sigue siendo líder en el mundo y hay multitud de empresas del sector que han manifestado su interés por la compañía gallega. Aquí precisamente es donde surgen los recelos de los minoritarios. «Los gestores de Nueva Pescanova, que representan al 80% del capital, lo que quieren es ampliar capital para diluir nuestra participación todavía más y entregar las cuentas todavía más saneadas para poder vender la empresa por, al menos, 4.000 millones de euros». De hecho, en palabras de los minoritarios, estos acercamientos ya se habrían producido.
Además, la nueva compañía no estaría en condiciones de ofrecer dividendo, según el plan de negocio, hasta el año 2029 pero sí registraría una importante revalorización de sus títulos si esta oferta de compra se materializara por parte de algún grupo internacional.
La compañía sigue arrastrando un importante pasivo compuesto por pago de intereses y deuda. El plan de pagos de Nueva Pescanova señala que el abono de dividendos hasta 2029 será de cero euros. Y que después, entre 2030 y 2044, cuando la sociedad esté amortizando la deuda subordinada, distribuirá entre 1.600 y 2.500 millones de euros, dependiendo de si aplica la proyección base o la optimista. Esto representa entre 107 y 167 millones de euros anuales de dividendo en ese período de 15 años.
La CNMV, que no se caracteriza casi nunca por ayudar a los minoritarios, exige que se le mande la información financiera intermedia más reciente y señala taxativamente que si el envío se realiza después del 31 de agosto (última fecha legal para hacer públicos los resultados), la información deberá contener las cuentas semestrales con auditoría parcial de Nueva Pescanova a 30 de junio.
Sus accionistas se reparten de la siguiente forma: la banca acreedora tiene cerca de un 72% de las acciones de la sociedad. Diversos fondos de inversión poseen alrededor de un 8% y otros 33 accionistas minoritarios tienen en sus manos un 0,11% del capital.
Si la mayoría aplica una ampliación de capital, el resto (20% dividido entre unas 9.000 familias pequeñas accionistas) estaría fuera de mercado. “Los administradores de Nueva Pescanova […] podrían proponer a su junta general, cuando así lo decidan, una ampliación de capital que pudiera diluir la participación del 20% de Pescanova en Nueva Pescanova”. Así de taxativo es el anuncio contenido en la documentación enviada a la CNMV.
Dicha ampliación puede ser presentada libremente a partir del 31 de julio, fecha hasta la cual la vieja Pescanova tiene derecho de veto. Además, puede darse el caso de que los acreedores y mayores accionistas quieran acelerar las cosas y convertir deuda en acciones.
Todo esto se está cocinando en un hecho relevante que se va a comunicar, según ha podido saber OKDIARIO, entre esta semana y la que viene.
En ese caso no existiría derecho de suscripción preferente. “En resumen, cualquier ampliación de capital por capitalización de créditos, en caso de que pudiera realizarse bajo los convenios, y cualquier otra ampliación antes de que Pescanova pueda acceder a nuevas fuentes de financiación, traería como consecuencia que la participación del 20% de Pescanova en Nueva Pescanova se diluyera parcial o totalmente”. Así de crudo es el análisis que hace la propia empresa.
Los minoritarios han confirmado que si finalmente ése es el escenario comenzarían todo tipo de movilizaciones y acciones ante la opinión pública, así como ante la CNMV, pues lo considerarían la consolidación de un atropello en toda regla.
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